Voy a transcribir un pequeño diálogo que tuvimos hace un instante por mensaje de texto con mi amigo Matías. Créanme, bastante dormido y desde la cama escribí de esa manera... después me detuve a pensar "qué raros que somos, qué raros":
Matías: _ Oiga don, es menester le pregunte si de visita a su venta, por cafe y cigarro, podre, luego?
Yo: _ Efectivamente será a las 21hs cuando mis criados salgan a su busca y lo entraigan uno y con mujer, os complace?
Matías: _ Será así, intercambiaremos armas y escudos. Salu
Yo: _ Si tuviera hija se la daría en ese instante para que la conociera.
Ese fue el diálogo, el rodeo por el delirio de las letras, que supimos necesitar para comunicarnos por un celular para arreglar una cena. Lo más interesante es que siempre nos comunicamos de esa manera, sólo que esta vez me detuve a pensarlo. Qué raros que somos, qué raros.
