domingo

Aristopop IV (Tsunami-Chic)

Aristopop será la llegada Tsunami-Chic: rubia y anoréxica ella, cansada y narcoléxica pero de pie. Cantando algo que no entiendo.

Me mira adormilada y no le contesto porque no me interesa.
Creo que Aristopop es el elogio del ocio, el precario buen pasar de ser un innecesario. Sobrar. Estar de más. "Superpoblación relativa" pensaba... pero su llegada me mueve, me corre de mis meditaciones y miro sus ojos bien de cerca con el cálido horror de comprobar nuevamente que somos imperfectos y que nos vamos a morir. Superpoblación relativa -vuelvo a mis pensamientos- porque somos muchos los que estamos para contemplar, hacer arte, discurso, y no mucho más.

No somos vagos, aunque vagamos.

Aristopop es entonces -deduzcamos ahora- ser innecesario. Como un Noble pero vulgar, como las masas revoltosas alejadas del revuelo, comiendo uvas en grecia. No hay eunucos ni criados. Tsunami-Chic es masiva y singular al mismo tiempo. Es Gourmet de supermercado y ropita de autor en cadena. Es película de Woody Allen vista por un oficinista, sin embargo te inunda de todas maneras. Aristopop yo la contemplo; Aristopop ella me mira; Aristopop nos besamos, porque estamos aburridos, o porque tenemos tiempo.


martes

Todos nosotros estamos enfermos de la misma patología

"Todos nosotros estamos enfermos de la misma patología... somos los locos del escenario, y ustedes, los locos de la platea. Somos el Teatro." (Miguel Tabarovsky)